Iniciativa: el Lápiz de la Historia

Pensar y hacer, es escribir nuestra historia.

"Es verdad, todo lo que yo hago es como una gota en el océano y, sin embargo, si yo no hiciera lo que puedo, al océano le faltaría una gota".

Madre Teresa de Calcuta.

          Un niño de dos años juega a la pelota con su padre, luego de un chute la esfera toma un curso inesperado y se coloca detrás de una silla en un rincón de la sala, el niño sale entusiasmado a buscarla y se encuentra con que es muy alto para pasar por debajo de la silla y muy débil aún para moverla, se arrodilla y extiende el brazo pero no alcanza, se aventura a gatear por debajo de la silla y así logra la mitad de la misión: toma la pelota, pero ahora no puede girar en tan estrecho espacio para gatear de vuelta, decide soltar su preciado objeto, retroceder gateando de a poco y rodar la esfera hacia él con una de sus manos, finalmente sale de aquel túnel, se voltea con una sonrisa que alumbra todo el salón, lanza el balón nuevamente a su padre y le grita "¡Pásala!".

           En esta pequeña y muy real historia, se pueden distinguir varias características inherentes a la existencia humana, la primera que salta a la vista es que en cualquier momento de nuestras vidas, lo esperemos o no, se nos va a presentar algún problema; pero precisamente para esto está la segunda: la naturaleza nos ha dotado con capacidad de sobra para superarlos
, siempre y cuando se cumplan algunos principios, uno de ellos es que debemos contar con la motivación necesaria para encender esta capacidad, otro que sepamos reconocer nuestras propias limitaciones y finalmente que innovemos usando nuestros conocimientos y destrezas para dar con la solución; a todo este proceso se le puede llamar: Iniciativa.

         Es necesario comprender que para desarrollar nuestra iniciativa  no es bueno ver a los problemas como pruebas que nos ponen desde el mas allá, u obstáculos que nos separan de nuestras metas, no es sano darles una connotación negativa, mas bien habría que verlos como los cursos intensivos de formación que nos da la vida para motivarnos a buscar conocimientos nuevos y sumarlos a los que ya tenemos para así superarnos a nosotros mismos, es así como una persona luego de dar solución a un problema se trasforma en una mejor versión de sí misma, aumenta su autoestima, su conocimiento, su capacidad de adaptación y además va dejando su huella en este corto paso por la humanidad.

          El mundo moderno, el que mejor conocemos, se ha construido por personas que tomaron la iniciativa, si hacemos un recuento para el caso de Sur América, existen varios personajes resaltantes que le dieron forma a nuestro presente, uno de ellos fue Colón con su polémico viaje, luego Américo Vespucio que fue el primero en comprender que se trataba de un continente, luego Francisco de Miranda con sus ideas de libertad, Simón Rodríguez y por supuesto Bolívar, sin la iniciativa de estos grandes personajes y de otros conocidos y anónimos, de seguro la historia fuese muy distinta.

          Comprender la vida de esos grandes visionarios nos ayuda a motivarnos, pero además a no abrumarnos con sus grandes obras pensando que no lograremos algo de tal magnitud, cada uno actuó en su contexto y llevó su visión personal lo mas lejos que pudo, así cada ser humano puede hacer lo propio sin que necesariamente esto genere un gran impacto en la humanidad, pero sí con una segura influencia en nuestro rango de acción, nuestro círculo de influencia, nuestros estudiantes; con esto estaremos dando los pasos de una vida de satisfacción, de auto-realización, que será de mayor provecho para todos.